María de la Paz es la Madre que invita a la reconciliación del corazón con Dios, consigo mismo y con los demás. En sus mensajes, como en Medjugorje, recuerda la exhortación de su Hijo: “La paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14, 27). María no ofrece una paz mundana, sino la que nace del amor, la conversión y la oración. Aparece con el corazón materno herido por el pecado de la humanidad, llamando a vivir los sacramentos, el ayuno y la lectura de la Palabra. María de la Paz es puente hacia Jesús, Príncipe de la Paz.
Datos de sus apariciones
Desde 1981, en Medjugorje (Bosnia-Herzegovina), seis videntes afirman recibir mensajes de la Virgen María, quien se presenta como la “Reina de la Paz”. Promueve cinco piedras espirituales: oración, Eucaristía, Biblia, ayuno y confesión. Aunque aún no aprobadas oficialmente, las peregrinaciones y frutos espirituales han sido reconocidos por la Iglesia.


La Virgen de Guadalupe es la Madre mestiza que se revela como portadora del amor reconciliador de Dios. A Juan Diego le dice: “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?” (alusión a Jn 19, 27). Como María en las bodas de Caná, intercede y actúa con ternura maternal (cf. Jn 2, 1-11). Su imagen, llena de símbolos bíblicos y culturales, une el cielo con la tierra y convoca a un pueblo nuevo en la fe. María de Guadalupe trae la paz, la dignidad a los humildes y la evangelización que brota desde el corazón del continente americano.
Datos de sus apariciones
En diciembre de 1531, la Virgen se apareció en el cerro del Tepeyac (México) al indígena Juan Diego. Dejó su imagen impresa milagrosamente en su tilma. Estas apariciones marcaron el inicio de la evangelización masiva en América. Su santuario, en la Basílica de Guadalupe, es el más visitado del continente.
La Virgen de Lourdes es la Inmaculada Concepción que se revela a los humildes y enfermos como fuente de sanación espiritual y corporal. A santa Bernardita Soubirous le transmite un mensaje de penitencia, oración y conversión, en sintonía con el llamado de Jesús: “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15). María se aparece con humildad, en silencio, enseñando a rezar el Rosario y conduciendo a la fuente de agua viva, signo de purificación. Lourdes se convierte así en lugar de gracia donde María acompaña con ternura a los que sufren como verdadera Madre de misericordia.
Datos de sus apariciones
Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, la Virgen se apareció 18 veces a Bernardita en la gruta de Massabielle, en Lourdes (Francia). Se identificó como la “Inmaculada Concepción”. Desde entonces, Lourdes es lugar de peregrinación, oración y milagros, especialmente para enfermos que buscan consuelo y sanación.


María Auxiliadora es la Madre poderosa que protege a la Iglesia y asiste a sus hijos en la lucha espiritual. Su título evoca la promesa de Jesús: “No los dejaré huérfanos” (Jn 14, 18), manifestada en su presencia maternal. San Juan Bosco la promovió como Auxilio de los Cristianos, viendo en ella la guía de sus obras educativas y evangelizadoras. María no es sólo consuelo, sino fuerza activa que auxilia en las dificultades. Su devoción invita a confiar plenamente en su intercesión, sabiendo que la Virgen siempre conduce a Cristo y auxilia con amor en todo momento y necesidad.
Datos de sus apariciones
Aunque no está ligada a apariciones específicas, la devoción a María Auxiliadora se fortaleció con san Juan Bosco en el siglo XIX, quien la consideró protectora de la juventud y de su congregación salesiana. La advocación fue impulsada especialmente tras la victoria cristiana en Lepanto (1571) -Actual Grecia– y otras liberaciones atribuidas a su auxilio.
La Virgen del Carmen es la Madre del silencio orante y la esperanza fiel. Como María en el Monte Calvario, permanece firme junto a sus hijos en las pruebas (cf. Jn 19, 25). Se presenta como protectora especial de las almas y guía en el camino hacia Cristo. El escapulario que entrega es signo de consagración y compromiso de vida cristiana. María del Carmen enseña a contemplar, a confiar y a vivir en amistad con Dios. Su devoción recuerda que la verdadera paz nace de una vida unida al Señor, especialmente a través de la oración, la humildad y la obediencia.
Datos de sus apariciones
La tradición carmelita remonta la devoción a la Virgen del Carmen al siglo XIII, cuando la Virgen se apareció a san Simón Stock, superior de los carmelitas en Inglaterra, entregándole el escapulario como signo de protección. Su fiesta es el 16 de julio. Es patrona del Carmelo, de marineros y de muchos pueblos.


La Virgen del Rosario del Milagro es la Madre intercesora que libra del mal y renueva la fe de su pueblo. Como en Caná, donde María dice: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5), también en Salta animó a confiar en el poder de Dios. En 1692, durante un fuerte terremoto, el pueblo acudió a ella y fue milagrosamente protegido. Desde entonces, su imagen une al Cristo del Milagro en una alianza espiritual que convoca a la conversión. María del Milagro es consuelo, auxilio y fuente de renovación para una fe viva y comprometida.
Datos de su devoción
La devoción a la Virgen del Rosario del Milagro surge en Salta (Argentina) en 1692, cuando su imagen, junto con la del Cristo Crucificado, fue protagonista de un hecho milagroso durante un terremoto. No se trata de una aparición sino de un milagro reconocido por el pueblo y sostenido en la fe popular.
La Virgen de Fátima es la Madre profética que llama a la conversión, a la reparación del pecado y a la oración por la paz del mundo. En sus mensajes a los tres pastorcitos, refleja la urgencia del Evangelio: “Conviértanse, porque el Reino de Dios está cerca” (Mt 3, 2). Con el Rosario en sus manos, invita a la humanidad a volver a Dios, vivir con humildad, ofrecer sacrificios y confiar en su Inmaculado Corazón. María de Fátima es faro en medio de las sombras del siglo XX y sigue siendo guía espiritual frente a los desafíos de nuestra época.
Datos de sus apariciones
La Virgen se apareció seis veces en 1917 a los niños Lucía, Francisco y Jacinta en Cova da Iría, Fátima (Portugal). Reveló tres secretos vinculados a la conversión, al fin de la guerra y al destino del mundo. Su mensaje fue aprobado por la Iglesia y su santuario es centro de peregrinación mariana mundial.


La Virgen de la Medalla Milagrosa es la Madre que intercede con ternura y poder por sus hijos. En sus apariciones a santa Catalina Labouré, transmite el espíritu del Magníficat: “Ha hecho en mí maravillas el Poderoso” (Lc 1, 49). María aparece de pie sobre el mundo aplastando la serpiente, con rayos que brotan de sus manos como símbolo de las gracias que derrama. Invita a confiar en su intercesión con la jaculatoria: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”. La medalla es signo de fe, protección y llamada a la conversión y la esperanza.
Datos de sus apariciones
En 1830, la Virgen se apareció tres veces a santa Catalina Labouré, novicia vicentina en París –Francia-. Le pidió la acuñación de una medalla con su imagen y promesas de gracias para quienes la llevaran con fe. La devoción se propagó rápidamente y fue llamada “milagrosa” por los frutos espirituales y curaciones obtenidas.
La Virgen de la Candelaria es la Madre portadora de la Luz de Cristo. Su figura evoca la escena evangélica en que María presenta a Jesús en el templo, donde Simeón proclama: “Luz para iluminar a las naciones” (Lc 2, 32). Con una candela en la mano simboliza la fe viva que disipa las tinieblas del pecado y del miedo. Es guía segura en la noche del alma y consuelo de los humildes. Su devoción llama a recibir a Cristo con un corazón puro como ella lo presentó y a irradiar su luz en la vida cotidiana con alegría y esperanza.
Datos de sus apariciones
La devoción a la Virgen de la Candelaria nació en Tenerife (Islas Canarias) –Marruecos, África- en el siglo XV, cuando su imagen fue hallada por pastores guanches. No hubo apariciones formales, sino una revelación providencial. Es patrona de Canarias y de muchos pueblos en América Latina, especialmente en Perú, Bolivia y Venezuela.


María, Guardiana de la Fe y Madre de la Palabra, es la mujer creyente que acoge, custodia y transmite la Verdad revelada. Como en las Bodas de Canaá, anima a confiar con fe: “Hagan todo lo que Él les diga” (Jn 2, 5) y se convierte en la primera discípula y misionera. Ella protege la fe del pueblo de Dios frente al error y engendra en los corazones el amor por la Palabra viva, que es Jesús. María enseña a escuchar, meditar y vivir la Palabra en lo cotidiano. Es maestra de interioridad y firmeza, modelo para una Iglesia orante, fiel y evangelizadora.
Datos de su devoción
Este título no se basa en una aparición específica sino en la reflexión teológica y espiritual que reconoce en María su rol clave en la custodia de la fe apostólica y en la transmisión de la Palabra. Es promovido en contextos de nueva evangelización, especialmente en movimientos marianos, en particular en la rama mariana del Movimiento de la Palabra de Dios y en la espiritualidad bíblica contemporánea.
La Virgen María como Señora de Todos los Pueblos es la Madre universal que intercede por la unidad, la paz y la redención del mundo. En sus mensajes recuerda las palabras de Jesús: “Padre, que todos sean uno” (Jn 17, 21). Se presenta con los pies sobre el mundo y con el Hijo crucificado en su interior, como medianera de gracias, corredentora y abogada. Su llamado es claro: conversión, oración, y confianza en su poderosa intercesión. María desea reunir a todos los pueblos bajo su manto maternal guiándolos hacia la verdadera paz en el Corazón de Cristo.
Datos de sus apariciones
Entre 1945 y 1959, la Virgen se apareció en Ámsterdam (Países Bajos) a Ida Peerdeman, presentándose como la Señora de Todos los Pueblos. Dejó mensajes sobre la paz mundial, el Espíritu Santo y un pedido para proclamar un nuevo dogma mariano. En 2002, el obispo local aprobó la autenticidad sobrenatural de las apariciones.


María de la Revelación es la Madre que conduce del error a la Verdad y de la desesperanza a la fe viva en Jesucristo. Como en las bodas de Caná, señala al Hijo diciendo: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). En su aparición a Bruno Cornacchiola —protestante y enemigo de la Iglesia— reveló su Inmaculada Concepción y lo llamó a volver a la fe católica. María se presenta como Madre de la Iglesia, defensora de la verdad revelada y guía para quienes se alejan. Es signo de esperanza para los alejados y testimonio del poder transformador del amor.
Datos de sus apariciones
El 12 de abril de 1947, la Virgen se apareció en las afueras de Roma (Tre Fontane) –Italia– a Bruno Cornacchiola. Se identificó como “la que está en la Trinidad divina” y “Madre de la Revelación”. Su mensaje llamó a la conversión, la fidelidad al Papa y la unidad de la Iglesia. Fue aprobada localmente en 1956.
La Virgen de Schoenstatt, bajo la advocación de Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable, es la Madre educadora que forma en sus hijos un corazón nuevo para Cristo. Como en el Magníficat, proclama: “El Señor ha hecho en mí maravillas” (Lc 1, 49). Su presencia en el Santuario es fuente de gracias de cobijamiento, transformación interior y envío apostólico. El Movimiento de Schoenstatt la reconoce como aliada en la misión de renovar el mundo desde la familia y la vida cotidiana. María educa a sus hijos para que sean fieles, libres y apostólicos, al servicio del Reino de Dios.
Datos de su devoción:
La devoción nació en 1914 en Schoenstatt, Alemania, con el padre José Kentenich y un grupo de jóvenes que sellaron una “Alianza de Amor” con María. Sin apariciones, el Santuario se convirtió en lugar de peregrinación y réplica en muchos países. El movimiento mariano se dedica a la formación espiritual y apostólica.


María del Perpetuo Socorro es la Madre que acude siempre en ayuda de sus hijos, especialmente en las tribulaciones. Su icono bizantino recuerda las palabras de Jesús: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados” (Mt 11, 28), pues ella conduce a su Hijo. En la imagen, el Niño Jesús mira los instrumentos de la Pasión mientras se aferra a la mano de su Madre, signo de su confianza. María invita a acudir a su auxilio constante con fe y amor, sabiendo que, como Madre, jamás abandona a quien la invoca con humildad y entrega sincera.
Datos de su devoción
El icono original de María del Perpetuo Socorro proviene de Creta y fue llevado a Roma en el siglo XV. En 1866, el papa Pío IX lo confió a los Redentoristas, pidiendo que la devoción se difundiera por todo el mundo. Es considerada patrona de las familias y protectora en las necesidades urgentes.
Nuestra Señora del Rosario es la Madre que enseña a contemplar el rostro de Cristo con los ojos y el corazón de la fe. Como en Lc 2, 19, “María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”, invita a recorrer los misterios de la vida de Jesús rezando el Rosario. Esta oración, sencilla y profunda, une la meditación bíblica con la súplica confiada. María del Rosario es intercesora en las batallas espirituales y defensora de la Iglesia, recordando que la victoria viene de Dios. Con el Rosario, nos conduce a la paz, la conversión y la perseverancia.
Datos de su devoción
La devoción se consolidó tras la batalla de Lepanto (1571) -Grecia-, atribuida a la intercesión de la Virgen por la oración del Rosario convocada por san Pío V. Su fiesta se celebra el 7 de octubre. La imagen y oración se veneran en todo el mundo, con santuarios y cofradías dedicados a su difusión.


Nuestra Señora del Camino es la Madre que acompaña a los peregrinos de la fe en su andar hacia Cristo. Evoca el pasaje de los discípulos de Emaús, cuando Jesús se acerca y camina con ellos (cf. Lc 24, 15), recordándonos que María también permanece a nuestro lado en el camino de la vida. Su figura inspira confianza, fortaleza y discernimiento para no desviarse de la ruta que conduce al Reino. Es Madre que guía, protege de peligros espirituales y anima en las pruebas, recordando que la meta es siempre Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6).
Datos de su devoción
Venerada especialmente en España y América Latina, Nuestra Señora del Camino no se asocia a apariciones concretas sino a una tradición de piedad mariana ligada a peregrinaciones y caminos de fe. En León (España), se le rinde culto desde el siglo XVI. Es patrona de viajeros, misioneros y caminantes espirituales.